EL INSULTO COM ARGUMENTO.
JUAN VANRELL NADAL / He preguntado públicamente una y otra
vez a los magníficos rectores universitarios y a los “sabios”
pancatalanistas que desmientan los escritos y las fechas en que
evidencio la inexistencia de Cataluña como entidad política en 1229,
reconquista de Mallorca, y en 1238, reconquista de Valencia. Jamás
obtengo respuesta. Hoy, a los que me tildan de “fascista cavernícola”
les pregunto si es verdad o es invención mía el mapa “Chrétianté
d’Occident l’an de grâce de 1235”, que se encuentra en la Biblioteca
Nacional de París. En dicho mapa encontramos, en colores diferenciados,
“les Royaumes de Castille, d’Aragon, des Almohades, de France, etc.”. El
que no aparece en ningún lugar, para nada, es el “Royaume de
Catalogne”. Más aún, el territorio que hoy llamamos Cataluña tiene el
mismo color rosáceo que el “Royaume de France”. No es ningún error. La
“Marca Hispánica”, iniciada por Carlomagno en 789 y finalizada en 1256
con el Tratado de Corbeil entre Jaime I, el Conquistador, y Luis IX, el
Santo, fue siempre propiedad del Rey de Francia. Los Condes de Barcelona
no eran propietarios, sino feudatarios y vasallos de la Corona
Francesa. Y así fue jurisdiccionalmente durante 456 años. ¿Pudo esta
inexistente Cataluña reconquistar, repoblar y dar su lengua catalana a
Mallorca y a Valencia?...
Como no pueden negar la evidencia de lo expuesto, se han
aprendido la cantinela de que todo esto es correcto, pero que son
incorrectas las interpretaciones peregrinas de algunos retrógrados
incultos que, en contra de lo que enseñan las universidades, niegan la
gran verdad de las hazañas gloriosas de la Cataluña Medieval, aunque no
conste su nombre. Sin desmayo pregonan que la única autoridad en temas
de lingüística catalana es la U. I. B. Los que con documentos
irrebatibles los desenmascaramos somos los errados, merecedores del
mayor desprecio y vituperio. “Sólo son cuatro pobres descerebrados,
ávidos de notoriedad en el PP”, he oído comentar. ¡Ay del que ose
discrepar del dogma pancatalanista! Sistemáticamente es condenado al
fuego eterno del desprestigio.
El periodista mallorquín Joan Carles Muntaner en su
artículo “La llengua d’IB3” (Última Hora, 25-04-14, pág. 29) considera
analfabetos impresentables a los de “la dreta que comanda”, por querer
que en las escuelas mallorquinas se enseñe el mallorquín ancestral.
Considera retrógrados e incultos a los que rechazamos el “català
normalitzat” como lengua balear, según ordena el “Estatut” y enseña la
U.I.B. Este rechazo le tiene “mes que preocupat, indignat”, porque todo
ello es cuestión “d’ignorancia, per no dir d’analfabetisme”. En su
ofuscación dogmática llega al paroxismo de llamar “barbarismes” a
expresiones mallorquinas de tiempo inmemorial, como <dios>,
<islas> o <antes>… Según la RAE “<Barbarismos> son
palabras impropias de una lengua”. Mis abuelos y mis padres nacieron en
el siglo XIX. Usaban con toda normalidad estas palabras. “Ves a di
<dios> a sa padrina Catalina”, me dijo más de una vez mi madre.
Esta expresión es pues la propia del pueblo. La impropia, “barbarismo”
por tanto, es la impuesta estatutariamente por “políticos”, ignorantes
en filología o sumisos al gran poder catalán… Además, este docto
periodista hace gala de una tremenda incultura. Desconoce que “el català
estàndard” es un invento moderno del primer tercio del siglo XX. No
como “el valencià” y “es mallorquí” que tienen siglos y siglos de
existencia. El neo-catalán es una lengua artificial de consenso
elaborada por Pompeu Fabra y otros deslumbrados por la idea de
“Cataluña, la Gran”. Hasta un famoso catalán, el jesuita padre Batllori ,
descalificó su artimaña: “Es el infame e infecto dialecto de Barcelona
que no puede ser aceptado”. (Las Provincias, 02-11-1982)… Confunde la
unidad incuestionable de todas las lenguas románicas con una igualdad
uniformada de las mismas. Cada lengua románica tiene su propia evolución
y su propia personalidad a través de los tiempos. Este desconocimiento
hace que el Sr. Muntaner sea un analfabeto peligroso en temas de
evolución lingüística. Ignora la evolución de la palabra latina
<insulas>. En castellano ha evolucionado en <islas>. En
francés su evolución ha sido en <îles>”. (Hay que explicar que los
copistas franceses indicaban la supresión de letras con una raya
encima, el actual acento circunflejo: fête, Jerôme, tempête, être, etc.
Cataluña ha hecho propias algunas de estas palabras como <îles>,
<s’il vous plaît>). El mallorquín, más fiel a sus raíces latinas,
ha evolucionado <insulas> en <islas>. El verdadero
“barbarismo” no está en decir <islas>, como siempre se había
dicho, sino en usar el galicismo <illes>… Lo lamentable es que en
Baleares es totalmente cierto lo que afirma: “Els mitjans de comunicació
en català ajudan a arrancar aquets barbarismes”. Efectivamente,
palabras auténticamente mallorquinas, como “per favó, maldament,
negòcis, vacacions, direcció, cà, mox, firmà, aquí, gràcis, isla, etc.,
etc., etc.”, han sido suplantadas por “si us plau, maleuresement, afers,
adreça, gos, gat, signar, icí, mercí, illa”, auténticos galicismos en
su mayoría, gracias a los medios de comunicación. ¡Una auténtica
aberración filológica!
El paroxismo demencial de demasiados mallorquines acaba de
dárnoslo recientemente un tal Jaume Sastre, abanderado del profesorado
isleño contra las disposiciones del President Bauzá en la línea de
recuperar el mallorquín ancestral, que se ha montado una “huelga de
hambre”. Solamente un desquiciado mental puede montar semejante desvarío
contra su propia lengua milenaria, lengua que por la singularidad de su
artículo “salat”, procedente del latín “ipse, ipsa, ipsum”, es un gran
tesoro de la lingüística románica.
Olvidan los muntaneres y sastres mallorquines que Cataluña
siempre ha sido para Mallorca una “madrastra” ególatra: No aceptó que en
la Bahía de Palma se celebraran las regatas olímpicas… Puso siempre
todos los impedimentos posibles para la creación de la Universidad de
las Islas Baleares… Consiguió que la Diputación Balear obtuviera en 1915
los derechos editoriales de la “Gramática Mallorquina” de Tomás Forteza
Cortés (1838-1898) para que Pompeu Fabra la hiciera catalana… Logró que
el rey Fernando VII, un malhadado 13 de enero de 1830, ordenara la
clausura de la Real Universidad General Luliana de la Ciutat de Palma
para su traslado a Barcelona, que carecía de ella. Años más tarde, 1874,
dicha universidad cerró la Escuela Normal de Maestros de Palma y ordenó
su traslado a Barcelona… ¡¡¡Cuánto ama a Mallorca Cataluña!!!...
Contra lo expuesto, rigurosamente contrastado, nuestros
doctos pancatalanistas, ignorantes en evolución latina, presentarán el
argumento de la descalificación insultante al mensajero. El pérfido
embaucador falsario y el perverso crispador iletrado es el que esto
suscribe… O los jóvenes del G.A.V., que defendieron “el valencià” en
Beniradrà.
Juan Vanrell Nadal
Catedrático de Francés
Pte. de la Acadèmi de sa Llengo Baléà. Premi Llealtat 2009
Catedrático de Francés
Pte. de la Acadèmi de sa Llengo Baléà. Premi Llealtat 2009
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